ZUMO DE GRANADAS

En muchos sitios de Estambul venden zumo de granadas. 


En diciembre de 2012, al salir del Bazar de las Especias, había un chico joven en un puesto callejero, delante de un lokanta (un pequeño restaurante turco). Tenía unas cuantas cajas llenas de granadas, las cogía y las exprimía con un aparato especial. Nunca había probado el zumo de granadas y me apetecía mucho. Me bebí un vaso y pensé que era el mejor zumo que había bebido en mi vida. Tanto es así que le pedí al vendedor que me preparara otro.

Desde entonces, siempre que vuelvo a Estambul intento tomarme mi zumo de granadas. Hay por toda la ciudad, especialmente en sitios turísticos. Normalmente es posible ver cómo las exprimen.

Recuerdo que visité la Mezquita de Eyüp por segunda vez la mañana del 23 de diciembre de 2013. Era mi segunda vez. En un puesto que hay en la plaza, enfrente de la mezquita, pedí un zumo de granada. El vendedor no era muy simpático y además el zumo me salió un poco caro. He vuelto a Eyüp pero no lo he vuelto a tomar allí.

El 9 de marzo de 2020, por la tarde, tras ver por fuera la Torre de Galata, subí por la calle Galip Dede Caddesi, que está llena de tiendas para turistas y venden todo tipo de productos. Había un lugar donde preparaban diferentes tipos de zumos. Como tenía mucha sed, pedí un zumo de granada que, como siempre, me encantó y me dio fuerzas para seguir caminando un rato por la Avenida İstiklal. Además fue bastante barato.

Finalmente, la mañana del 24 diciembre de 2022, tras recorrer la larga calle Uzun Çarşı, poco antes de llegar al Gran Bazar por la parte norte, descubrí una pequeña tienda en la que pude deleitarme con dos zumos de granada, uno tras otro. Había andado muchísimo y me dio tanta energía como  que si hubiera tomado un Aquarius.